Sé perfectamente que empezó a roncar a las nueve anoche y que se despertó recién hoy al mediodía: a las doce me pidió el primer mate. Y cuando un charlatán de esos que se paran a hablar con los linyeras y vagabundos como él (como nosotros, debiera decir) le preguntó qué tal andaba, el caradura, con sincera cara demacrada, contestó:
-Cansado, cansado como el Mundo.
Y suspiró profundamente, hediendo a ronquido con catarro. Sabio caradura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
A ver qué tenés para decir...