miércoles, 4 de enero de 2012

Labasura

Con paciencia la barremos, la despegamos de sus rincones, la traemos de vuelta a la luz desde abajo de los muebles, la juntamos con trapitos de todas las superficies. Con cuidado, evitando el viendo, evitando golpes fuertes de escoba, la juntamos en palitas. De la palita la pasamos a un tacho, del tacho a una bolsa, cuidando no tirar afuera ni un poquito, no perder nada, no desperdiciarla. De la bolsa, con el horario calculado, la sacamos a la calle. De la calle es arrojada dentro de un camión, aplastada, comprimida, asfixiada. Luego apilada en montañas de cadáveres de basura. Luego, con paciencia, el viento, el tiempo, la lluvia, nos la trae de vuelta a nuestras casas, sobre el piso, bajo los muebles, en los rincones. Será la forma que tiene el mundo de no aburrirse ante la muerte.

1 comentario:

  1. uhhh.. me hiciste sentir una tarada por agarrar la escoba y la franela.. (y eso que lo mio no es la limpieza..)

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