Si pudiera ser animal sería un gato. Parecen no tener este problema: simplemente comen y se echan a dormir al sol o frente a la estufa, ronroneando. Dentro de las cosas que yo miro en busca de inspiración veo a mi gato y lo envidio. Patas arriba, ojos cerrados, con el pecho blanco y peludo como si fuera una nube y las nubes fueran galletas que un ángel hace crujir para devorarlas. Si se despierta empieza a lamerse y lamerse con fascinación, y si uno se le acerca puede oler ese aroma a gato lamido tan particular. Me lamo el brazo un par de veces y me huelo la piel. No tiene el mismo olor ni un poco, ¿será por los pelitos, o porque la saliva es diferente?
Entonces es como si la inspiración fuera un duende y los duendes saltaran a la oreja de uno, se me ocurre que esa escena familiar va a ser el inicio de una novela sin nombre.
un beso grande al duende saltarin entonces!!!, un capo!
ResponderEliminarSaludos Sir! desde las lejanías de un asiento sin rumbo ;)
ResponderEliminarp.d: Bocha que no pasaba, la facultad no solo consume tiempo sino que a veces desvía la inspiración...