jueves, 30 de julio de 2015

Antes de irme

Llegó el día de despedirnos. El tiempo que tuvimos hasta hoy lo invertí completo en tu cariño, porque te amo con el significado más vivo de las palabras. Porque nunca te voy a dejar de amar. Porque nunca voy a falsificar lo que no sé ni cómo explicar.
Ahora me voy a otro lugar del mundo y se me tiembla el alma. Pero no me voy sin rumbo, porque tengo un plan. Y consiste en llevarme un poquito de vos vaya donde vaya, para que la gente que conozca te conozca también a vos, para que los lugares por los que pasee hereden un poquito de tu perfume. Yo voy a contarle, a cada persona que me cruce, esas que me pregunten de mi vida y de Argentina, y a los que yo le pregunte también de sus vidas; a cada una de esas personas, sean de donde sean y hablen el idioma que hablen, les voy a contar que dejé, acá en Argentina, acá en esta ciudad, una mujer hermosa; la persona más linda, la persona más alegre y fuerte y auténtica que conoció la vida; la siempre arriba, la maravillosa, la dueña de todo lo que tiene mi nombre, la que esconde, sin saber dónde, mi felicidad. Y así, así es que te voy a hacer famosa, por donde sea que pase. Ciudades y aldeas y países tropicales y ricos y pobres van a querer venir a la Argentina por el tango, por la Patagonia, por el Papa, por Maradona, y por vos. Estoy seguro que te van a buscar en Google y que alguno va a buscarte para contarte que un loquito enamorado cuenta cosas lindas de vos allá, en otra parte, y que le brillaban los ojos con una lucecita.
Y así pueden pasar muchos años. Eventualmente voy a volver, y cuando vuelva voy a ver a mis papás, a mis sobrinos, a mi abuela si todavía vive, a mis amigos. Y después voy a venir a tocarte timbre en esta ciudad, o en la ciudad donde sea que tengas un timbre. Y si estás trabajando voy a esperar todo el día en la esquina, y cuando vuelvas te voy a invitar a tomar algo, y a charlar. Si en ese momento de tu vida estás soltera (viuda o divorciada) te voy a invitar a salir también al día siguiente y al otro y al otro. Si estás en pareja, comprometida o casada, te voy a invitar a dejarlo todo, así como yo hice una vez, para que huyas conmigo. Si tenés hijos para ese entonces, están incluidos. ¡A correr juntos, que ninguna distancia es la gran cosa!
Y cuando me digas que no, yo voy a reír, posiblemente fuerte, te voy a contar alguna historia de algún lugar al que fui, para distraerte, me voy a despedir, me voy a ir hasta mañana. Pero voy a volver a partir, con un nuevo plan para, dentro de muchos años, volver a verte.
Porque nunca te voy a dejar de querer. Porque nunca voy a dejar de amar. Porque nunca voy a poder falsificar lo que no sé ni cómo explicar. Y es que te amo, nomás.

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