Llegamos a la isla donde llegan
todos los perdidos.
Unos llegan disfrazados de lo que fueron,
otros desnudos, otros vestidos
con los harapos del mundo.
Unos llegan muertos, unos dormidos,
unos tan callados
como un delirio en un pozo.
La isla es un cúmulo de objetos,
basural de recuerdos indegradables
artefactos y huesos y algas y barcos.
Nos encontramos en esta isla
y apretamos nuestras manos.
A vos te trajo la marea,
una tormenta vieja,
yo llegué nadando.
martes, 11 de junio de 2013
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